Tras conocer los principales resultados de un informe emitido por la OCDE que reveló que un quinto de la población laboralmente activa sufre de enfermedades mentales, el decano de la Facultad de Medicina, Dr. Humberto Guajardo, y el psicólogo laboral de la Unidad de Promoción de la Salud Psicológica, Omar Matus, recomiendan poner foco tanto en las relaciones familiares para contener y acompañar a las personas, como en las medidas preventivas que las organizaciones pueden implementar.

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, dio a conocer el resultado de un informe que revela que el 20 por ciento de la población laboralmente activa padece una enfermedad mental, lo que trae asociados costos para las organizaciones y -por cierto- para quienes las sufren, ya que en casos graves corren riesgo de que quedar desempleados. Lo más grave es que la cifra podría subir al 50 por ciento.
El decano de la Facultad de Ciencias Médicas, psiquiatra Humberto Guajardo, explicó que en Chile existen estadísticas relacionadas con trastornos depresivos y de ansiedad que afectan al 30 por ciento de los adultos mayores, “por lo tanto, no es extraño pensar que personas que están trabajando pueden tener síntomas de una patología”, aunque remarca que, si bien no se trata necesariamente de enfermedades graves, si no se les entrega el debido cuidado podrían derivar en disminución del rendimiento laboral, cuadros depresivos y -en casos extremos- la pérdida del empleo.
Destacó el profesional que “ese es un escenario complicado, porque si alguien ya perdió su trabajo, puede comenzar a desarrollar un cuadro de ansiedad que se agrave con el tiempo”.
Explicó que estas patologías podrían ser detectadas por los sistemas de selección de personal, lo que excluiría a quienes la sufren, produciendo un círculo vicioso que deja a la gente sin posibilidad de competir en el plano laboral. “Lo que importa es generar políticas preventivas, para que las personas no lleguen a un estado importante de trastorno en su salud mental”, acotó.
El psiquiatra Humberto Guajardo estima que para las organizaciones es muy importante detectar y ayudar a quienes tienen algunos síntomas, ya que si los tratamientos están asociados a costos muy altos las personas no consultan al médico por factores económicos; y si eso deriva en rendimiento y mayor accidentabilidad laboral, puede haber daños a la empresa. Por eso, recomienda la creación de programas en el área de la salud mental, tanto para tratamiento como para prevención.
Asimismo, el decano de la Facultad de Ciencias Médicas de nuestro Plantel sugiere que algunas medidas se deben abordar desde temprana edad, como por ejemplo, “debería enseñarse a los padres formas de relacionarse con sus hijos y metodologías de enseñanza y de crianza, sobre todo en edades como la preadolescencia”. En este punto, el Dr. Humberto Guajardo cree que los colegios pueden sumar expertos para guiar a los jóvenes.
Fenómeno social
Por su parte, el sicólogo laboral y magister en Administración y Recursos Humanos de la Unidad de Promoción de la Salud Sicológica, de la Vicerrectoría de Apoyo al Estudiante, Omar Matus, explica que este estudio da cuenta de un “fenómeno social, no sólo laboral, por eso las intervenciones deben ser sociales”.
El psicólogo propone que algunas medidas para brindar apoyo o de tratamiento para quienes parecen enfermedades mentales y han perdido su empleo, deberían ofrecerlas los municipios, por su relación cotidiana con los ciudadanos y ojalá a bajo costo para facilitar el acceso.
Asimismo, Omar Matus recalcó la influencia de la educación, ya que “gran parte de los efectos de salud mental están muy relacionados con el tipo de formación en la escuela”. Más adelante, ante condiciones de estrés laboral, por ejemplo, las personas desarrollan distintas respuestas, que tienen que ver con estructura de personalidad y las condiciones de lo que esa persona ha vivido, y que podrían gatillar trastornos mentales.
Esto se agrava en la medida que las organizaciones no tienen unidades específicas que puedan intervenir desde lo laboral, los aspectos de la salud mental. “Se trata de un tema país, por lo que son importantes las políticas públicas y tomar los temas mentales como parte de las organizaciones, donde debieran existir unidades de apoyo sicológico, con intervenciones interdisciplinarias”, concluyó el sicólogo.
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